El momento más culminante de la Semana Santa en Archena se produjo un año más en la tarde del Viernes Santo. En la plaza de la Iglesia, se llevó a cabo uno de los actos más característico, original y único de toda la Región: el Desenclavamiento. Se celebró tras los Santos Oficios. La imagen del Santísimo Cristo del Calvario es bajada de la Cruz y puesta en el Sepulcro, o como cariñosamente la conocen todos los archeneros: "La Cama", para desfilar en la solemne procesión del Santo Entierro.
Como todos sabemos, el Desenclavamiento de Cristo fue hecho por José de Arimatea y Nicodemo, papeles que desempeñan y tras muchas generaciones componentes de las familias de "Los Maricotos" y "Los Marines", legado éste que pasa de generación en generación. En dicho acto y como uno de los colaboradores ha estado el Presidente del Cabildo Superior de Cofradías y Hermandades de Archena, Juan Pío Abenza Moreno. Como último detalle subrayar las magníficas reflexiones realizadas por Juan Tudela García, Vicario Episcopal y Párroco de San Juan Bautista, que han hecho, aún más si cabe que el acto haya tenido una inusitada solemnidad.
La mañana más esperada de la Semana Santa archenera convirtió la localidad en un auténtico museo en plena calle, donde miles de personas disfrutaron al paso de los doce tronos y las largas filas de penitentes.
A las 9 en punto de la mañana y con un magnífico día soleado daba comienzo la primera de las tres procesiones que recorrían las calles de la ciudad archenera: la procesión del Encuentro Doloroso. Éste es el desfile procesional en el que participan más pasos, en concreto doce.
Desde el balcón del Ayuntamiento en la Plaza de España, Patrocinio Imperial García realizó el tradicional "Sermón", en el que describió el sufrimiento de Cristo ante nuestros pecados, tras estas breves palabras se llevó a cabo el Encuentro Doloroso entre la Dolorosa, San Juan Evangelista y Nuestro Padre Jesús Nazareno, acto que ha estado rodeado de gran recogimiento y devoción.
Al terminar el encuentro, la procesión continuó camino del Calvario, lugar en el que el tercio de lanceros de la Centuria Romana marcó los ya tradicionales ‘puntos’, que se representan cada Viernes Santo por la mañana.
Por otra parte, a las 12 en punto de la noche del Jueves Santo partió de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, una de las procesiones más conocidas de nuestra Semana Santa: la del Silencio. La Cofradía del Santísimo Cristo del Monte Calvario, es la encargada de llevar a cabo esta procesión. En ella desfila la talla del Santísimo Cristo del Monte Calvario, talla realizada por el escultor archenero Enrique Salas, la cual fue realizada en la década de los años 40. Esta talla es articulada y representa un Cristo muerto, que es protagonista en la tarde del Viernes Santo, en el acto del Desenclavamiento, uno de los actos más emotivos y con más arraigo en Archena.
En esta procesión del Jueves Santo se reza el Vía Crucis, discurriendo por el casco antiguo de Archena, en el que se apaga el alumbrado público, obteniéndose así un ambiente de recogimiento, fervor y oración propios de una noche tan importante como esta citada del Jueves Santo.