El Grupo Socialista, mayoritario en la Oposición, podía haber convocado un Pleno Extraordinario (a lo que tiene derecho) en enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio o julio, es decir, cuando la inmensa mayoría de los funcionarios encargados de los distintos temas en el Ayuntamiento están trabajando y pueden preparar los informes y la documentación necesaria para los temas a debatir en el Pleno. Pero no, lo hacen el 4 de agosto, justo el día que saben que la mayor parte de los funcionarios encargados de los distintos temas solicitados están de vacaciones, por lo que será del todo imposible que los informes y la documentación esté a disposición de todos los Concejales (también los del Partido Popular) el día del Pleno.
¿Qué se pretende con esta actuación?. Pues evidentemente sólo buscan el follón y la bronca por cuanto saben perfectamente que es imposible tratar con seriedad la mayoría de los temas propuestos porque la documentación no va a estar porque es materialmente imposible, y ellos lo saben. Nos tienen acostumbrados a montar el circo ante la inexistencia de alternativa y ante el enfrentamiento interno en el que están inmersos los Concejales socialistas: durante esta legislatura han dimitido ya 2 de los 5 Concejales socialistas; durante esta legislatura el PSOE local ha cambiado dos veces de Secretario General; y ahora, están empeñados en apartar a su Portavoz de la dirección del Grupo, como quedó de manifiesto en el último Pleno.
El Alcalde convocará el Pleno, como es su obligación, y se debatirá lo que haga falta. Mientras tanto, el Equipo de Gobierno del Partido Popular seguirá centrado en el trabajo diario municipal y defendiendo los intereses de nuestro pueblo, sin dejarnos distraer por maniobras como ésta, sin ningún sentido.